Nos podemos liberar fácilmente del dominio de los otros concediéndoles, primero, una libertad total y, segundo negándonos suavemente a permitir ser dominados por ellos.
Edward Bach
Nos podemos liberar fácilmente del dominio de los otros concediéndoles, primero, una libertad total y, segundo negándonos suavemente a permitir ser dominados por ellos.
Edward Bach